Heckla y el maquillaje terapéutico

Uno de los días de la exposición vino una mujer a pedir el maquillaje con dulces, hicimos una cita para la tarde. Durante el día conseguí mas dulces e hice un diseño del maquillaje para ella. Cuando llegó sólo me faltaba alistar la cámara para tomar fotos del proceso y del maquillaje final. Ella estaba muy seria y dijo que no quería fotos pues era como una fobia para ella. Le insistí un poco pero ella no quiso y dijo que entonces no se lo haría, yo le dije que no había problema y empezamos sin cámara con el maquillaje.

Durante el proceso empezamos a hablar un poco y yo le pregunté: ¿por qué si no quieres una foto de recuerdo vienes a maquillarte con dulces? Ella me contó que no se sentía bien y que en la mañana de ese día había estado pensado en hacer algo para sentirse mejor así que pensó en el maquillaje. Esta idea me gustó mucho y me hizo pensar: el maquillaje como experiencia. Otra cosa que me llamó la atención es que durante el proceso ella me pidió dulces para comer, yo se los ofrecí y en la medida que comía dulces suspiraba y su genio mejoraba...

Al final le dije que estaba tan distinta a su forma cotidiana que ni siquiera se reconocería en la foto, ella accedió y me pidió que le mandara la foto a su e-mail..